Primeras invasiones germánicas
En el siglo IV, considerado por la historiografía clásica como perteneciente todavía a la Edad Antigua, el Imperio romano entró en una crisis económica, política y social. Varios pueblos germánicos empezaron entonces a acosar las fronteras del Imperio. Su acción e influencia en el sur de Europa hicieron que más tarde el continente entrara en la categoría historiográfica comúnmente denominada como Edad Media. Los cinco primeros siglos de la Edad Media (más o menos del año 476 al año 1000) han sido denominados como Alta Edad Media y los cinco siglos siguientes (más o menos del año 1000 al año 1492) han sido denominados como Baja Edad Media.
En el momento de las primeras invasiones germánicas, en la Antigüedad tardía, el emperador Teodosio I logró la paz mediante un pacto de amistad con el jefe visigodo (siendo los visigodos la rama occidental del pueblo godo). Pero Teodosio I murió en 395 dejando el imperio a sus dos hijos. Honorio en el Occidente y Arcadio en el Oriente. La muerte de Teodosio I significó para los visigodos la ruptura de los acuerdos realizados con el Imperio. Su jefe, Alarico I, comenzó una campaña de depredaciones en la península balcánica. Arcadio, con el pretexto de que existía una disputa por Iliria, lanzó a los visigodos sobre el Imperio occidental, en el que se instalaron definitivamente. Poco después, en el año 406, el Imperio romano fue invadido por pueblos germánicos que buscaban dónde instalarse.
En el 423, Valentiniano III sucedió en el trono a Honorio, asimilando a los invasores a sus tropas mercenarias. Durante su reinado, el imperio sufrió un importante avance de los hunos, al mando de su rey Atila; pero fueron detenidos en los Campos Cataláunicos en una alianza romano-germánica. El Imperio estaba en franca disolución y en el 476 Rómulo Augústulo, último emperador de Occidente, fue depuesto por Odoacro. El Imperio romano de Occidente llegaba, así, a su fin. A partir de entonces, el territorio se disgregó en diferentes reinos, llamados reinos romano-germánicos.
Entre los siglos IX y X, Europa occidental se vio sacudida por los ataques de pueblos normandos, sarracenos, húngaros y eslavos. Las nuevas invasiones eran fundamentalmente expediciones y saqueo. Ocasionaron inestabilidad y temor durante largo tiempo.
Las invasiones cambiaron el mapa político de Europa y arruinaron por completo el comercio. Ante el clima de desamparo e inseguridad, se consolidaron los poderes locales: los señores se organizaron para defender sus tierras y dar protección a los más débiles, sentando las bases del futuro feudalismo.
- Los vikingos:
Los vikingos y luego los normandos, provenientes de Escandinavia, fueron los primeros en invadir el Imperio carolingio. Cuando comenzó el desplazamiento invasor de los nórdicos, Carlomagno ordenó defender las costas construyendo torres vigías. A su muerte, la situación empeoró, puesto que los vikingos establecieron asentamientos y más tarde formaron el Ducado de Normandía al norte de Francia.
Ocuparon las islas británicas, Islandia y Groenlandia. Penetraron en Europa oriental, dando origen a Rusia —los pobladores de la estepa los llamaban «rus»— y desde allí llegaron a Asia a través del mar Negro y el mar Caspio. También se desplazaron hasta la península ibérica donde combatieron contra los musulmanes. Llegaron a las costas de Marruecos, penetraron en el Mediterráneo y ocuparon el sur de Italia.
- Los húngaros: Los húngaros eran un pueblo de jinetes nómadas emparentado con los hunos. Atacaron violentamente las fronteras del Este del Imperio germánico, luego de haberse establecido en Panonia en el 896, siendo guiados por el Gran Príncipe Árpad. En 915 robaron y quemaron varias ciudades del Imperio germánico como Fulda y Bremen. Llevarían a cabo aventuramientos en la península ibérica, la itálica y en el Oeste de Francia. Le harían pagar un impuesto casi por una década al emperador germánico Enrique I el Pajarero, el cual les propinaría una derrota en el 933 cerca de Merseburg. Los húngaros serían nuevamente derrotados en 955 en la batalla de Lechfeld por Otón I el Grande. En el 973, Otón I volvería a vencer a los húngaros en Quedlinburg y en esa oportunidad firmaría la paz con el príncipe Géza de Hungría, el cual permitiría la llegada de misioneros cristianos y bautizaría a su hijo Vajk, bajo el nombre de Esteban. Esteban sería el primer rey húngaro en el 1000 y conduciría un estricto proceso de cristianización durante todo su reinado.
- Los sarracenos: Los sarracenos eran piratas musulmanes que desde la península ibérica y el norte de África, atacaron las Costas de Francia e Italia. Sus expediciones llegaron hasta Roma. Aunque su principal objetivo era obtener botín, se instalaron en Sicilia.
- Los eslavos: Desde la región comprendida entre los ríos Elba y Dnieper, los eslavos se expandieron y ocuparon parcialmente, todo el Este de Europa. Una rama de los Eslavos atravesó el territorio de la actual Rusia. Allí se unieron con los normandos procedentes de Suecia y fundaron la Rus de Kiev, considerado el primer Estado ruso, desde donde establecieron relaciones comerciales con Bizancio y el Islam.
Los sarracenos
Los eslavos
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